martes, 12 de diciembre de 2006

Nuevo proyecto de la FIA.

Dentro de cuatro temporadas los Fórmula 1 llevarán bio combustible, inyección directa, reaprovecharán la energía disipada en las frenadas y los escapes, su motor durará cuatro carreras (limitado a 15.000 rpm) y tendrán todos una aerodinámica estandar similar. Es decir, según el reglamento (sujeto a aprobación de los equipos) propuesto y admitido ayer por la FIA en su Consejo Mundial para los próximos cinco años, los grandes premios perderán ese punto de irracionalidad y cima de la tecnología que les distingue del resto de competiciones automovilistas. Se trata de reducir costes a ultranza, limitar la potencia, incrementar los adelantamientos y sumarse a la moda de la ecología.

Como ya sabemos, el año próximo los motores serán los mismos de esta temporada con cambios en elementos ajenos al bloque. Y esos mismos propulsores se mantendrán así hasta 2010, pero con fuertes restricciones para sus dos últimas temporadas. Deberán durar cuatro grandes premios.

Para dentro de dos campañas se eliminarán los elementos tuneados de la actualidad, esa multitud de aleroncillos que jalonan el cuerpo de un monoplaza y compensan la menor carga aerodinámica perdida en 2005 tras la reducción del difusor. La FIA intenta cercenar así el camino que han encontrado los ingenieros para tener cada año pasos por curva más veloces.

En su ánimo de prohibir, piensan limitar el trabajo en los túneles de viento. ¿Cómo lo vigilarán, con un comisario FIA permanentemente colocado en cada sede? ¿Con precintos que no se puedan tocar de un gran premio a otro o durante la campaña? En fin, parece un brindis al sol. Un año después piensan disminuir la carga aerodinámica un 50 por ciento. De esa forma los monoplazas desprenden menos aire sucio (turbulencias) y puede ser más sencillo adelantar. Pero el coste de evolución no se reduciría porque, como ha ocurrido los últimos años, los equipos volcarían cantidades ingentes de dinero en minimizar el hándicap.

La F-1 actual es políticamente incorrecta y, sobre todo, demasiado costosa para los equipos privados, que la Federación quiere recuperar. Escuderías que disputarían las carreras con propulsores comprados. La FIA quiere, incluso, que hasta la tecnología verde de reutilización de la energía esté disponible para ellos. Otra quimera. Entre tanto cuidado con el medio ambiente, se les ha olvidado hacer coches que no suenen. Al tiempo... Fuente: As

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